Este mes hemos seleccionado cuatro poemas cortos del excelente escritor irlandés James Joyce.
A Prayer
Again!
Come, give, yield all your strength to me!
From far a low word breathes on the breaking brain
Its cruel calm, submission’s misery,
Gentling her awe as to a soul predestined.
Cease, silent love! My doom!
Blind me with your dark nearness, O have mercy, beloved enemy of my will!
I dare not withstand the cold touch that I dread.
Draw from me still
My slow life! Bend deeper on me, threatening head,
Proud by my downfall, remembering, pitying
Him who is, him who was!
Again!
Together, folded by the night, they lay on earth. I hear
From far her low word breathe on my breaking brain.
Come! I yield. Bend deeper upon me! I am here.
Subduer, do not leave me! Only joy, only anguish,
Take me, save me, soothe me, O spare me!
Dear Heart, Why Will You Use Me So?
Dear heart, why will you use me so?
Dear eyes that gently me upbraid,
Still are you beautiful — – but O,
How is your beauty raimented!
Through the clear mirror of your eyes,
Through the soft sigh of kiss to kiss,
Desolate winds assail with cries
The shadowy garden where love is.
And soon shall love dissolved be
When over us the wild winds blow — –
But you, dear love, too dear to me,
Alas! why will you use me so?
Flood
Goldbrown upon the sated flood
The rockvine clusters lift and sway;
Vast wings above the lambent waters brood
Of sullen day.
A waste of waters ruthlessly
Sways and uplifts its weedy mane
Where brooding day stares down upon the sea
In dull disdain.
Uplift and sway, O golden vine,
Your clustered fruits to love’s full flood,
Lambent and vast and ruthless as is thine
Incertitude!
I Hear an Army Charging Upon the Land
I hear an army charging upon the land,
And the thunder of horses plunging, foam about their knees:
Arrogant, in black armour, behind them stand,
Disdaining the reins, with fluttering whips, the charioteers.
They cry unto the night their battle-name:
I moan in sleep when I hear afar their whirling laughter.
They cleave the gloom of dreams, a blinding flame,
Clanging, clanging upon the heart as upon an anvil.
They come shaking in triumph their long, green hair:
They come out of the sea and run shouting by the shore.
My heart, have you no wisdom thus to despair?
My love, my love, my love, why have you left me alone?
Una oración.
¡De nuevo!
¡Ven, dame, otórgame toda tu fuerza a mí!
Desde hace mucho una palabra respira en el cerebro atormentado.
Su calma cruel, la miseria de la sumisión,
Suavizando su temor como para un alma predestinada.
¡Para, amor en silencio! ¡Mi destino!
¡Ciégame con tu oscura cercanía, oh, ten piedad, amado enemigo de mi voluntad!
Te reto a que no resistas el frío tacto que me da miedo.
¡Sácame de mí todavía!
¡Mi lenta vida! Dobla lo más profundo de mí, amenazando la cabeza,
Orgulloso por mi caída, recordando, de lástima.
¡Aquel que es! ¡Aquel que fue!
¡De nuevo!
Juntos, plegado por la noche, yacían en la tierra. Escucho
Desde lejos a su baja palabra respirar en mi cerebro atormentado.
¡Ven! Cedo. ¡Dobla lo más profundo de mí! Estoy aquí.
¡Dominador, no me dejes! Solo alegría, solo angustia.
Tómame, sálvame, cálmame, ¡O perdóname!
Querido corazón ¿Por qué me usarás así?
Querido corazón ¿Por qué me usarás así?
Queridos ojos que gentilmente me reprenden
Aún sois hermosos—pero, ay,
¡Como está tu belleza disfrazada!
A través del claro espejo de tus ojos,
A través del suave suspiro de beso en beso.
Vientos desolados asaltan con gritos.
El jardín de sombras donde el amor está.
Y pronto el amor será disuelto.
Cuando sobre nosotros los salvajes vientos soplan.
Pero tú, querido amor, demasiado querido para mí.
¡Ay! ¿Por qué me usarás así?
Inundación:
Marrón oro, sobre la inundación colmada.
Los racimos de las vides se elevan y balancean
Vastas alas sobre las jóvenes aguas.
Del día sombrío.
Un desperdicio de aguas sin piedad.
Se balancea y se eleva su crin salvaje.
Donde un melancólico día mira hacia abajo en el mar.
En aburrido desdén.
Elevación y balanceo, vid de oro,
Sus frutos arracimados a la inundación completa del amor.
¡Ondulante y vasto y despiadado como es tu
Incertidumbre!
Oigo un ejército cargando sobre la tierra.
Oigo un ejército cargando sobre la tierra.
Y el trueno de caballos que se hunden, espuma sobre sus rodillas.
Arrogante, en armadura negra, detrás de ellos de pie
Desdeñando las riendas, con látigos revoloteando, los aurigas.
Claman a la noche su nombre de guerra.
Voy a lamentarme en el sueño cuando escucho su lejano torbellino de risas.
Que escinden en la oscuridad de los sueños, una llama cegadora.
Resonando, resonando en el corazón como en un yunque.
Vienen agitando triunfalmente su largo, pelo verde.
Salen del mar y corren gritando por la orilla.
Mi corazón, ¿No tienes la sabiduría si no la desesperación?
Mi amor, mi amor, mi amor ¿Por qué me has dejado solo?
James Augustine Aloysius Joyce nació en Dublín, el 2 de febrero de 1882
Murió en Zúrich, el 13 de enero de 1941.
Fue un escritor irlandés, reconocido mundialmente como uno de los más importantes e influyentes del siglo XX. Joyce es aclamado por su obra maestra, Ulises (1922), y por su controvertida novela posterior, Finnegans Wake (1939).
Igualmente ha sido muy valorada la serie de historias breves titulada Dublineses (1914), así como su novela semi autobiográfica Retrato del artista adolescente (1916). Joyce es representante destacado de la corriente literaria denominada modernismo anglosajón, junto a autores como T. S. Eliot, Virginia Woolf, EzraPound o Wallace Stevens.
Aunque pasó la mayor parte de su vida adulta fuera de Irlanda, el universo literario de este autor se encuentra fuertemente enraizado en su nativa Dublín, la ciudad que provee a sus obras de los escenarios, ambientes, personajes y demás materia narrativa. Más en particular, su problemática relación primera con la iglesia católica de Irlanda se refleja muy bien a través de los conflictos interiores que atormentan a su álter ego en la ficción, representado por el personaje de Stephen Dedalus. Así, Joyce es conocido por su atención minuciosa a un escenario muy delimitado y por su prolongado y autoimpuesto exilio, pero también por su enorme influencia en todo el mundo. Por ello, pese a su regionalismo, paradójicamente llegó a ser uno de los escritores más cosmopolitas de su tiempo.
La Encyclopædia Britannica destaca en el autor el sutil y veraz retrato de la naturaleza humana que logra imprimir en sus obras, junto con la maestría en el uso del lenguaje y el brillante desarrollo de nuevas formas literarias, motivo por el cual su figura ejerció una influencia decisiva en toda la novelística del siglo XX. Los personajes de Leopold Bloom y Molly Bloom, en particular, ostentan una riqueza y calidez humanas incomparables.
Obras: cronología
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Música de cámara (Chamber Music), 1907.
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Dublineses (Dubliners), 1914.
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Retrato del artista adolescente (Portrait of the Artist as a Young Man), 1916.
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Exiliados (Exiles), 1918.
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Ulises (Ulysses), 1922.
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Poemas manzanas o Poemas a penique (Pomes Penyeach), 1927.
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Collected Poems (1936, poesía)
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Finnegans Wake, 1939.