ELIZABETH BARRETT BROWNING. A DEAD ROSE. POESÍAS ESCOGIDAS EN INGLÉS. TRADUCIDAS AL ESPAÑOL. BIOGRAFÍA Y OBRAS.

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Este mes hemos elegido un poema titulado A dead Rose. La autora, Elizabeth Barrett Browning, es considerada la más grande poetisa inglesa.

 

Elizabeth Barrett Browning. A Dead Rose.

O Rose! who dares to name thee?
No longer roseate now, nor soft, nor sweet;
But pale, and hard, and dry, as stubble-wheat,—
Kept seven years in a drawer—thy titles shame thee.

The breeze that used to blow thee
Between the hedgerow thorns, and take away
An odour up the lane to last all day,—
If breathing now,—unsweetened would forego thee.

The sun that used to smite thee,
And mix his glory in thy gorgeous urn,
Till beam appeared to bloom, and flower to burn,—
If shining now,—with not a hue would light thee.

The dew that used to wet thee,
And, white first, grow incarnadined, because
It lay upon thee where the crimson was,—
If dropping now,—would darken where it met thee.

The fly that lit upon thee,
To stretch the tendrils of its tiny feet,
Along thy leaf’s pure edges, after heat,—
If lighting now,—would coldly overrun thee.

The bee that once did suck thee,
And build thy perfumed ambers up his hive,
And swoon in thee for joy, till scarce alive,—
If passing now,—would blindly overlook thee.

The heart doth recognise thee,
Alone, alone! The heart doth smell thee sweet,
Doth view thee fair, doth judge thee most complete,—
Though seeing now those changes that disguise thee.

Yes, and the heart doth owe thee
More love, dead rose! than to such roses bold
As Julia wears at dances, smiling cold!—
Lie still upon this heart—which breaks below thee!

 

A Dead Rose. By Elizabeth Barrett Browning. (Traducción libre al español)

Oh Rosa! ¿Quién se atrave a nombrarte?

Ya no rosada ahora, ni suave, ni dulce;

Sino pálida y dura y seca, como la paja del trigo, —

Guardada siete años en un cajón — tus títulos se avergüenzan de ti.

La brisa que solía soplar sobre ti

Entre las espinas de los setos, y para llevar

un aroma hasta el camino que dure todo el día, —

Si respiras ahora, — sin dulzor sería renunciar a ti.

El sol que solía herirte,

Y mezclar su gloria en tu preciosa urna,

Hasta que el destello apareció para florecer, y la flor para quemar, —

Si brilla ahora, — no con un color te iluminaría ti.

El rocío que solía mojarte

Y, blanco primero, crece encarnado, porque,

Se extendía sobre ti, donde el carmesí estaba, —

Si cayendo ahora, — se oscurecería donde  se encontró contigo.

La mosca que te iluminó,

Para estirar los zarcillos de sus pies diminutos,

A lo largo de los bordes puros de tu hoja, después del calor, —

Si la iluminan ahora, — fríamente te rebasaría.

La abeja que suna vez te chupó,

Y construyó los ámbares perfumados de su colmena,

Y desmayarse en ti de alegría, mientras que escasa vida, —

Si pasa ahora,— ciegamente te pasaría por alto.

El corazón te reconoce,

¡Solo, solo! El corazón huele tu dulzura,

Te ve hermosa, te juzga más completa

Aunque vea ahora los cambios que te disfrazan.

 

Sí, y el corazón te debe

más amor, rosa muerta! que a tales rosas valientes.

Como Julia lleva en los bailes, sonrisa fría! —

Permanece inmóvil tras este corazón — que se rompe debajo de ti!

 

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Elizabeth Barrett Browning nació el 6 de marzo de 1806 y murió el 29 de junio de 1861).

Era un miembro de la familia Barrett y una de las poetisas más respetadas de la era victoriana.

Elizabeth Barrett Browning (nacida Elizabeth Barrett Moulton-Barrett) nació en Cochoe Hall, cerca de Durham, Inglaterra en 1806. Era hija de un propietario de plantación Edward Moulton-Barrett, que adoptó el apellido «Barrett» al heredar las fincas de su abuelo en Jamaica. Fue bautizada en la iglesia de Kelloe, donde una placa la describe como una «gran poetisa, noble mujer, devota esposa». Su madre se llamaba Mary Graham-Clarke y provenía de una familia adinerada de Newcastle upon Tyne. Es una de las descendientes del rey Eduardo III de Inglaterra.

 

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Su padre había hecho fortuna gracias a las plantaciones de azúcar en Jamaica y había adquirido una casa de campo, Hope End, cerca de Great Malvern. Demostró su talento desde la infancia; en 1820 su padre publicó privadamente cincuenta copias de un poema épico juvenil, sobre la Batalla de Maratón, teniendo Elizabeth catorce años de edad. Fue educada en casa, recibiendo lecciones del tutor de su hermano. Debe su profundo conocimiento del griego y mucho estímulo mental a su temprana amistad con el helenista ciego, Hugh Stuart Boyd, vecino suyo. Elizabeth, sin haber llegado a la madurez, ya había leído los autores latinos, Milton, Shakespeare y Dante. Su pasión por los clásicos y los metafísicos se compensaba con un fuerte espíritu religioso de fe cristiana.

En su adolescencia, Elizabeth contrajo una enfermedad pulmonar, probablemente tuberculosis, aunque la naturaleza exacta de sus dolencias ha sido objeto de muchas especulaciones, y fue tratada como una inválida por sus padres. En 1826 publicó anónimamente Ensayo sobre la mente y otros poemas, en inglés, An Essay on Mind and Other Poems.

 

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Poco tiempo después, la abolición de la esclavitud, causa que ella apoyaba (según su trabajo The Runaway Slave at Pilgrim’s Point, 1849), redujo considerablemente los recursos del Sr. Barrett. Por ello vendió su finca y se trasladó, con su familia, primero a Sidmouth y después a Londres. En el primero de estos lugares, la señorita Barrett escribió Prometeo encadenado (Prometheus Bound, 1835), su traducción de la obra de Esquilo. Después de su mudanza a Londres recayó en su enfermedad, agravándose sus afecciones pulmonares. Sin embargo, esto no interfirió con su actividad literaria, pues contribuyó a varias revistas con «The Romaunt of Margaret», «The Romaunt of the Page», «The Poet’s Vow», y otras piezas. En 1838 aparece El serafín y otros poemas (The Seraphim and Other Poems), que incluye «Cowper’s Grave».

Poco tiempo después, su hermano favorito, Edward, murió ahogado en Torquay, lo que supuso un serio golpe para su frágil salud, hasta llegar a debatirse entre la vida y la muerte. Con el tiempo, sin embargo, recuperó la fuerza, y mientras tanto su fama iba creciendo. La publicación, en torno a 1841, de El lamento de los niños, en inglés «The Cry of the Children», le proporcionó gran impulso, y por aquella misma época contribuyó con algunos artículos críticos en prosa a la obra de Richard Henry Horne New Spirit of the Age. En 1844 publicó dos volúmenes de Poemas (Poems), que constaba de El drama del exilio («The Drama of Exile»), Visión de poetas («Vision of Poets»), y El galanteo de Lady Geraldine («Lady Geraldine’s Courtship»).

 

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En 1845 se encuentra por primera vez a su futuro esposo, Robert Browning. Su noviazgo y matrimonio, debido a la delicada salud de Elizabeth y a las objeciones de su padre, transcurrieron en circunstancias bastante peculiares y románticas. Después de un matrimonio secreto y una fuga del hogar paterno de la calle Wimpole, acompañó a su marido a la Península italiana, que se convirtió prácticamente en su casa hasta su muerte, y con cuyas aspiraciones políticas se identificaron plenamente ambos.

El matrimonio fue feliz, a pesar de que el señor Barrett nunca los perdonó. En su nueva vida, su salud mejoró. Los Browning se asentaron en Florencia, donde ella escribió Las ventanas de la casa Guidi (Casa Guidi Windows, 1851), considerada por muchos su trabajo más poderoso, inspirada por la lucha toscana por la libertad. Residieron en Piazza San Felice, en el apartamento que hoy es el museo de Casa Guidi, dedicado a su memoria. En Florencia se hizo muy amiga de las poetisas británicas Isabella Blagden y Theodosia Trollope Garrow. En 1848 nace su único hijo, Robert Wiedeman Barrett.

 

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Su obra más conocida en España son The Sonnets from the Portuguese, normalmente traducidos como Sonetos del portugués, aunque también han aparecido publicados como Sonetos de portugués, Los sonetos del portugués, Sonetos portugueses, Los sonetos de la dama portuguesa o Sonetos de la portuguesa. De tema amoroso, relata su propia historia de amor, disfrazándola escasamente con el título. Los empezó a escribir en 1845, se los dio a leer a su esposo en 1848 y los publicó en 1850, dentro de una edición aumentada de los Poemas.

En 1860 publicó una edición completa de sus poemas con el título de Poemas antes del Congreso (Poems before Congress). Poco tiempo después su salud empeoró; fue perdiendo fuerza y murió el 29 de junio de 1861. Está enterrada en el cementerio protestante de Florencia.

 

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Importancia literaria

Generalmente se considera a Browning la más grande poetisa inglesa. Sus obras están llenas de ternura y delicadeza, pero también de fuerza y hondura de pensamiento. Sus propios sufrimientos, combinados con su fuerza moral e intelectual, hicieron de ella una defensora de los oprimidos allí donde los encontrara. Su talento era sobre todo lírico, aunque no toda su obra adopta esa forma. Sus debilidades son la falta de concisión, cierto manierismo, y fallos en metro y rima. No puede equipararse a su esposo en cuanto a la fuerza de su intelecto o altas cualidades poéticas, pero sus obras, por su estilo y temas, tuvieron una acogida más temprana y amplia entre el público.

La señora Browning era una mujer de singular nobleza y encanto, y aunque no era bella, era extraordinariamente atractiva. La novelista Mary Russell Mitford la describe de joven como: “Una figura delgada, delicada, con una lluvia de rizos oscuros cayendo a cada lado de una cara muy expresiva; ojos grandes y tiernos, abundantemente rodeados por pestañas oscuras, y una sonrisa como un rayo de sol”. Anne Thackeray Ritchie la describió como: “Muy pequeña y tostada” con ojos grandes y exóticos y una boca muy generosa.

 

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Su obra más famosa son los Sonetos del portugués, una colección de sonetos amorosos escritos por Browning pero disfrazados como una traducción. El más famoso de ellos, con una de las frases iniciales más conocidas del idioma inglés, es el número XLIII: «How do I love thee? Let me count the ways… / ¿Cómo te amo? Déjame contarte las maneras en que te amo…»

Pero mientras sus petrarquianos Sonetos del portugués son exquisitos, también fue una poetisa profética, incluso épica, al escribir Las ventanas de la casa Guidi en apoyo del Risorgimento italiano, como Byron había apoyado la independencia de Grecia respecto a Turquía, y asimismo con Aurora Leigh, escrita en nueve libros, el número de la mujer, después de la muerte de Margaret Fuller al ahogarse en el barco «Elizabeth», en el que Aurora encarna a Margaret y Marian Erle, a la propia Elizabeth. Aurora Leigh transcurre en Florencia, Inglaterra y París, empleando en ella sus conocimientos adquiridosa desde la infancia, de la Biblia en hebreo, Homero, Esquilo, Sófocles, Apuleyo, Dante, Langland, Madame de Stael, y George Sand.

El gobierno de Italia y la Comuna de Florencia celebraron su poesía con placas conmemorativas en la Casa Guidi, donde los Browning vivieron durante sus quince años de matrimonio. Lord Leighton diseñó su tumba en el cementerio inglés, realizándose su escultura, no muy fidedigna, en mármol de Carrara, por parte de Francesco Giovannozzo. En 2006 la Comuna de Florencia colocó una corona de laurel sobre esta tumba para celebrar los doscientos años transcurridos desde su nacimiento.

 

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